miércoles, 19 de diciembre de 2007

De mayor quiero ser pequeño


Como suele pasar en la vida desgraciadamente, para que uno gane otro debe perder.Esta foto es el fiel reflejo de mi comentario y además por partida doble.
Por un lado vemos a uno de los ganadores, un hombre de 40 años (aunque aparente 70)
que ha contraído matrimonio con una niña (que no mujer) de 11, la perdedora.
No quiero imaginar el tipo de vida que la espera, no quiero imaginarlo porque mi rabia es mayor que mis pasos y por mucho que me desesperen este tipo de situaciones, no puedo hacer nada contra ellas.
La infancia es posiblemente lo mejor de la vida, es donde juegas, es donde descubres el amor, el amor limpio y puro, el que no conoce peros; la infacia es el lugar en el que la felicidad no conoce limites, donde cada paso es una sorpresa y un descubrimiento. O al menos en mi caso.
Otro de los ganadores ha sido el que esta detrás de la cámara. Gracias a este triste acontecimiento se ha llevado un premio de fotografía con su debida remuneración.
Casos como el del premiado Kenvin Carter siguen repitiéndose y yo me pregunto:
ya que estamos allí,¿no se puede hacer nada?¿Una foto?